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EL PAIS

La historia de Tonel el perro minero de Rio Turbio que tiene su propia estatua.

 |  05 de julio de 2016 (13:54 h.)
perro tonel

Tonel es y será el perro más famoso de la cuenca carbonífera, dejó su impronta marcada en su gente y hasta se conserva su propia estatua de bronce.

Los relatos de su historia son muchos, pero entre los tantos, nos quedamos con el que más resuena...

Aquel, que cuenta que este perro tan particular, llegó alguna vez en el tren carbonero, que regresaba de Río Gallegos...

Poco a poco fue creciendo y ganándose el corazón de los rudos de este lugar... los mineros...

Comenzó a hacerse parte de su ajetreo diario... acompañándolos a interior de mina , y “cumpliendo “ su jornada laboral como ellos...

Eso era parte de su particularidad... no cualquier animal ingresaba a interior de mina sin temor a los ruidos resonantes de las máquinas que allí adentro funcionan y a la propia oscuridad del socavón...

Quizás esto o su excesiva confianza, le jugaron una mala pasada... Tonel sufría un accidente al ser atropellado por el tranvía que transportaba a los mineros a interior...

La solidaridad se manifestó de inmediato... no hubo quien no aportara sus pocos y últimos pesos para que fuese operado y pudiera recobrar su salud... Tomó un tiempo... pero salió nuevamente al ruedo...

Cuentan, que quizás por ésto... y en señal de agradecimiento, comenzó a visitar cada casa de este pueblo... “como visita de médico” o “de pasadita”, y sólo quedaba a dormir en alguna de ellas... cuando el cansancio lo vencía...

Era común verlo en alguna esquina esperando el colectivo para viajar hacia la mina...con la gente que ingresaría al turno... y aquí... otra particularidad : los dos primeros asientos eran suyos... y ésto era sobreentendido por todos... tanto era así que podía ir alguien parado, pero nadie ocupaba su lugar...

O ya más viejo, subido a una camioneta del personal jerárquico, lo que motivaba la “cargada irónica” de los “de abajo”...

Cuentan también, que en él... estaba encarnada el alma de algún jefe de turno que trabajó en interior y que falleció quedando su alma en pena... hasta que se incorporó en Tonel...

Así, miles de historias se pueden contar en torno a este perro tan particular que se aquerendò en cada corazón rioturbiense, sólo basta hablar con cualquier poblador y de todos saldrá una anécdota... y una sonrisa..

Vaya a saber cual habrá sido su verdadera historia... solo sabemos que existió y que dejó en los suelos rioturbienses, sus huellas bien marcadas, para nunca ser olvidado...

Huellas que hoy, se han convertido en bronce... y pasaron a ser un monumento a su memoria...

Para los que aquí vivimos: rememorarlo...